Por: Vladimir Saucedo.
Casi todas las decisiones que ha realizado la 4T desde el Gobierno Federal a cargo de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) son tomadas apasionadamente imponiéndose la visceralidad sobre lo racional, tal como se actuó con los recortes presupuestales a pesar de que alcaldes, gobernadores y organizaciones civiles plantearon la necesidad de analizar e incluir otros temas y proyectos en la propuesta que hizo el titular del ejecutivo.
Y ya sabemos el resultado a esta osadía de pedir obras que faltan en las comunidades y colonias de los 2 mil 457 municipios de México empleados por los oficialistas legisladores de la Cámara de Diputados con mayoría del partido Morena quienes emulando el discurso de AMLO, enfocado a combatir la corrupción se aplicaron medidas represivas a todos quienes se atrevieron a alzar la voz; a los alcaldes se les aplicó gas lacrimógeno al acercarse a Palacio Nacional e intentar hablar con el Presidente y llegó el turno de las organizaciones que se les hizo sufrir con una manifestación de 12 días para después ser cercados con miles de policías que amenazaban con desalojo violento, además que como ya es costumbre se les tundió en la prensa acusándolos de “recibir moches, de ser chantajistas, acarreados, etc.
Entre quienes se manifestaron y aguantaron hasta el final fueron los antorchistas quienes han sostenido que la corrupción no es la causa de los problemas, sino es una consecuencia de la concentración de la riqueza en unas cuantas familias dejando en la miseria a la mayoría, por lo que lo que una decisión como la de los recortes a cargo del presidente provocará aún más pobreza y ya hay indicadores económicos y gente conocedora del tema que opina y demuestra que el crecimiento del 0% sí afecta el desarrollo de México y lo que AMLO opina y sus seguidores le festejan es que eso no es importante, lamentable situación.
¿Hasta dónde nos han llevado sus decisiones irracionales? A casi un año que tomó la titularidad del ejecutivo y también con la eliminación del ramo 23, cero apoyos a estancias infantiles, eliminación del PROSPERA a la mayoría de los mexicanos nos ha despojado el poco bienestar que tenían las familias porque según él en todos los programas anteriores había corrupción.
Sostengo que afectó mucho el que se hayan quitado los programas mencionados, considero no fue la mejor manera de atacar a la corrupción y esto porque como se dijo antes las causas de los problemas del país no están en la corrupción sino la mala distribución de la riqueza nacional. Si López Obrador hiciese un análisis profundo de la realidad tendría que concluir que la causa de todos los males en el modo de producción capitalista es la pobreza. El presidente debería asesorarse puesto que hay especialistas de la economía y considerar los estudios que Carlos Marx realizó y fue quien descubrió fenómenos sociales que conviene verlos desde el ángulo de sus conclusiones entre ellos la pobreza pues en el caso de México estamos viendo que no hay empleos, que se nos pagan salarios de miseria y por el contrario pagamos muchos impuestos desde que nacemos hasta que morimos ¿Acaso eso no es sinónimo de pobreza? A ello se suman acciones como las del crimen organizado que lastiman a familias mexicanas y a pesar de los esfuerzos e inversión de recursos para su combate no se nota que por el momento vayan a cambiar las cosas.
Sería conveniente que además de esto el gobierno intente creer empleos y bien pagados que resulten atractivos para los jóvenes y se decidan a trabajar dentro de la legalidad porque por necesidad como la falta de vivienda digna los orilla a esa suerte. Hoy quienes cursamos una carrera universitaria vemos como muchos egresados no tienen donde emplearse y si seguimos hablando de esos flagelos de la pobreza debemos coincidir que cosa similar sucede con quienes se dedican a la prostitución, migración o la deserción escolar, es decir ante la falta de oportunidades no hay otra opción que tomar esa salida y “en un país arruinado, la tarea principal es salvar a los trabajadores que son la principal fuerza productiva de la sociedad humana”. “Si ellos sobreviven, lo salvaremos y lo restauraremos todo” escribió en su momento V.I. Lenin.
Creo que AMLO no quiere reconocer estos problemas porque la economía y los designios imperiales a que está sometido no le interesan la realidad en la que vive el pueblo de México, pero así se daría cuenta también que a los mexicanos no nos debe faltar obra pública y viviendas dignas, así como espacios para usos recreativos, canchas de fútbol, básquetbol, béisbol; tampoco debemos carecer de servicios básicos como drenaje, electrificación o agua potable, pero al parecer sus visceralismo impera y domina su raciocinio y conciencia.
Le aseguro, amable lector que si el presidente hiciese un análisis más detallado y profundo de la sociedad mexicana y sus males no habría que pasar mucho tiempo para ver frutos favorables de sus decisiones de gobierno en favor de la sociedad mexicana, pero ante la ausencia de estos objetivos se requiere que exista una fuerza social que exija resultados a su administración que a un año de ejercicio ve graves perjuicios y muy pocos cambios que prometió pero que no tiene intención de aplicar ni de corregir los errores porque su soberbia no se lo permiten, por lo que quienes a diario sentimos la pobreza y aspiramos a una vida más digna debemos luchar por que la patria sea más justa y equitativa.